TRAVESÍA
SUPERCONJUNTADA DE PORTUGAL, DECIMOQUINTA PARTE (IV)
Día 4: Louriçal - Figueira da Foz, primera parte
Sigo, sigo, ya he descansado de mi última incursión
teatrera y por fin tengo algo de tiempo libre. Ahora hago una cosa al día en
vez de siete, me ha costado acostumbrarme, pero me gusta, oye, me gusta.
Sigo, sigo con la caminata… Como veis, ya se puede
decir que me estoy acercando al norte, que esto ya es casi casi el norte de
Portugal…
Y por esta zona (pos-Louriçal, pos-Jacinto’s) (¿hay
comida después de Jacinto’s?) tuve la oportunidad de llevarme un recuerdo muy
especial, que encontré envuelto en un envoltorio, o contenido en un contenedor,
también muy especial. Hace años que ando detrás de una botella de Sumol de las
antiguas, las tradicionales, las que dejaron de vender hace ya casi unos 10
años, eran muy bonitas, ahora son perfectamente vulgares. Nunca guardé ninguna
cuando pude hacerlo, motivo de gran coraje para mí porque ya no se pueden
encontrar.Pues nada, pasando por un pequeño pueblo que se llama Outeiro vi esta preciosa camioneta abandonada y como estos pequeños hallazgos me chiflan (ya os he enseñado otros) me acerqué a vivir el pasado, a saludarla, a hacerle unas fotos.
Y cuál no fue mi sorpresa cuando me encontré con una botella de Sumol antigua en el asiento de atrás. Restos de una antigua botellona (sana, sin alcohol), quién sabe en qué año…
… y el resto os lo podéis imaginar.
Ahora con un lavado de cara la histórica botellita está en mi cocina, junto con mis otros botes en el museo de los caducaos.