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Foto: Pepe Conde |
Mourão – Évora, vamoooos!!!!
Día 27 de mayo y llego
al bonito pueblo de Mourão para retomar la travesía Sevilla-Lisboa,
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Foto: Pepe Conde |
esta vez acompañada por mi amigo Pepe. Pepe es fotógrafo y como muchos
fotógrafos siente que su sitio es detrás de la cámara y no delante, pero aquí por
lo menos he conseguido hacerme con un par de retratos de mi misterioso
acompañante para que lo conozcáis:
Foto: Pepe Conde |
Mourão tiene de todo, es todo un descubrimiento. Tiene un castillo
habitado por palomas, un pequeño hotel que no está nada mal (Casa Esquível), una
playa de río (según dicen) y un bar muy oscuro adonde nos mandó el dueño del hotel
porque era “onde vai a malta nova” (la pandilla joven, o algo así) y se
figuraba que allí encajaríamos. En el bar oscuro, después de tomarnos varias
cervezas a tientas e intentar hacer unas fotos, que salieron todas movidas (lo
lógico en un bar tan movido y tan oscuro) jugamos al futbolín, pero esta ready-made es
la única foto que nos salió bien:
Los de la pandilla joven nos pasamos la vida haciendo cosas por primera
vez, y era la primera vez que yo jugaba al futbolín. Nunca se había terciado. No se me da mal :D
Foto: Pepe Conde |
Al día siguiente, como veis en la foto, salí del hotel de buena mañana para
retomar mis caminatas después de una pausa de varios meses para no interferir con la lluvia, que quería Portugal para ella. Emocionada con volver a las andadas. Pepe no
caminaba conmigo, él se quedó haciendo estupendas fotos de castillos mientras
yo me perdía en la distancia, haciendo otro tipo de fotos, destino Reguengos de
Monsaraz, a 20 kilómetros.
Foto: Pepe Conde |
Esta es la vista desde el castillo y básicamente es la ruta que recorrí.
De hecho estoy en esta foto, tengo que estar, pero soy demasiado pequeña para
que me veáis.
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Foto: Pepe Conde |
Porque desde mi punto de vista esto es lo que yo veía:
El camino era muy fácil, el paisaje precioso, hacía buen tiempo, en
algunos sitios el agua estaba llena de rocas y las rocas llenas de tortugas,
que en portugués tienen el no muy elegante nombre de “cágados”.
Bueno, esta era mi ruta, “la ruta de los lagos” la llamaba yo, hasta que descubrí
que no son lagos. Que son un río. Y no cualquier río, sino
el Río Guadiana. Que resulta que no es tan corto como yo pensaba: es el
cuarto más largo de la Península Ibérica, tiene 744 kilómetros de largo, viene
de la provincia de Ciudad Real y después de pasar por Badajoz entra en Portugal
a la altura de Olivenza, y yo sin saber nada de esto. Se ensancha a la altura
de Mourão y se disfraza de un conjunto de lagos o embalses antes de seguir
camino hacia Vila Real de Santo António, donde se tira al mar. Y yo totalmente
ignorante de todo esto, yo en la inopia acuática, hay que ver.
Pues nada, flores, sol, pajaritos y cigüeñas
hasta llegar a Reguengos de Monsaraz, que es la capital de los vinos.
Reguengos de Monsaraz tiene esta gran iglesia principal
Foto: Pepe Conde |
y también este pequeño bar,
Foto: Pepe Conde |
que se llama Zé do Barco,
y que es donde íbamos para beber la cerveza e ignorar los vinos, o algo así. Misión
cumplida.
Fin del día 1 de la etapa y del día 15 de la caminata, si cuentas
desde el primer día, desde Sevilla. Lenta pero segura, voy llegando a Lisboa.
Estos días seguiré escribiendo y contaré Reguengos de Monsaraz – São Manços –
Évora.
Con paso firme y decidido, no pisa el asfalto, sino vuela, la bella Pau sin su bombín...Salud,suerte y una sonrisa.
ResponderEliminarHola, Rev! Vuelo, sí. Es mejor :D
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