..............................................Ahora Antiarrugas está aquí. Los posts más antiguos (2003-2012) están en antiarrugas.blogspot.com


La Travesía

martes, 28 de agosto de 2012

Pues nada,

Eso es lo que voy a postear, nada, tenía un post a medio hacer pero al final no me da tiempo, sigo caminando entonces, salgo de Figueira da Foz y si todo va bien llegaré esta vez a Costa Nova, ya a la altura de Aveiro. O sea, norte, creo que ya se puede considerar el norte de Portugal. 3/4 partes de Portugal pateado, o algo así. Un cuarto por patear.

Seguiré informando....

domingo, 26 de agosto de 2012

TRAVESÍA SUPERCONJUNTADA DE PORTUGAL, DECIMOQUINTA PARTE (IV)
                                        Día 3 : Monte Real - Louriçal

Empieza un nuevo día Superconjuntado, y después de un desayuno diez salgo de mi superhotel. Lo primero que hago es perderme, como tantas y tantas veces nada más salir del hotel, pero me pone en el buen camino un señor que llevará unos 75 años más en el pueblo que yo. Así que llego a donde quiero ir, pero
lo segundo que me encuentro es que el puente que quiero cruzar está cerrado al tráfico, rodado y humano.
Pero un problema, ¡una solución! Cruzo por el puente de al lado, jajaja… si la vida siempre fuera así de sencilla… La verdad es que daba ganas de saltar las barreras y cruzarlo de todas formas, pero la idea de que se derrumbara bajo mis pies y que me encontrara en esa agua (o lo que sea) me parecía que pondría fin a Superconjuntada para siempre, así que
nada, a cruzar el río por el puente grande con todos los coches, manoseando siempre el pescado, o el pez, con cuidado, claro (pero ¿dónde está el pez? y ¿cómo puede sobrevivir en esa fetidez?)
Sigo caminando por el paraíso de los bosques y las fábricas de madera, que por cierto huelen muy bien,
 cruzo el pueblo de Monte Redondo,
sigo por unos caminos bien bonitos por los bosques,
 con muchas casas también, aunque se ve algo de pobreza,
y más maravillosos árboles, miles de ellos, hasta que sales del encantado mundo de los bosques y subes a la carretera principal, donde te metes en otro mundo, el de "Jacinto’s", que es el único sitio para comer que hay en varios kilómetros a la redonda y es una especie de venta de carretera para las masas motorizadas, que con sus sofás de plástico rojo brillante está claramente inspirado en esos horribles McDonalds de autopista para camioneros que salen en las películas americanas (pinchad aquí http://www.jacintos.eu/ si queréis ver el estilo, impacta bastante al salir del bosque...). Pero en su enorme comedor ponen un menú del día, y cuál no fue mi sorpresa cuando
comí (o devoré, más bien), por 6 euros todo incluido, una de las mejores comidas que me han puesto en todo Portugal. Una carne que se deshacía sola de lo tierna que estaba, una lechuga que se oía crujir con solo acercarle el tenedor, unos tomates que eran un vergel de sabores… yo solo he comido así en Albania, donde es todo del huerto y es donde mejor se come en el mundo, con diferencia (en el mundo conocido por mí al menos). Una sorpresa muy agradable para acabar la mañana.
Y ya solo me faltaba hacer el último kilómetro para llegar a la estación de Louriçal, mi destino del día, y coger un tren para volver al Hotel Palace, claro. Louriçal, rural y silencioso, Louriçal,
donde el tiempo se averió.

viernes, 24 de agosto de 2012

TRAVESÍA SUPERCONJUNTADA DE PORTUGAL, DECIMOQUINTA PARTE (III)
                                        Día 2 : São Pedro de Moel – Monte Real

Día 2, pues nada, ale, a salir con el alba, escapándome del no muy interesante São Pedro de Moel a buscar otros horizontes…
Vamos a celebrar que acaba de salir el sol subiéndonos un poco a un mojón kilométrico ¿no? (no tan fácil como parece, tienes 10 segundos justos después de darle al disparador de la cámara para subirte ahí. Huelga decir que este tipo de foto sale mejor a primera hora del día cuando todavía tienes fuerza en las piernas).
Y los 10 kilómetros de pinar (o 9) (según el mapa) que separan São Pedro de Marinha Grande (sin una casa, sin ná) (úf, me daba un poco de respeto ese trozo) al final han sido una delicia. Increíble pero cierto…. carril bici, tranquilidad y silencio, una luz preciosa, pura naturaleza, para nada era un tramo de carretera solitario siniestro aburrido y todo dejado de la mano de Dios como yo me temía. Me había propuesto ir lo más rápido que podía para no pasarme toda la mañana allí dentro, empujada por la música, claro, y eso es lo que hice, disfrutando del Pinhal de Leiria. Aún así me dio un ataque de alegría al ver las primeras casas de la ciudad de Marinha Grande al salir por el otro lado!
Ciudad que también me encantó, con sus toques años 60 y su comercio tradicional, aunque la vi un poco de paso. Mi meta en Marinha Grande: hacer la (primera) parada del Sumol y poner los pies en alto un poco, cosa que he descubierto que ayuda el proceso de descanso cuando llevas un montón de kilómetros hechos y otros tantos por hacer.
 Vuelta a los bosques, pero esta vez con muchas casitas y otras cosas también, y de repente, ¡oh!
 ¿qué es esto que sale aquí señalizado? Voy para allá… Y a esto siento un movimiento cerca de mis pies,
 ¿lo veis? Agudeza visual…. ¿a que es un amor? Y no más grande que la palma de la mano…
En el pueblo de Amor (que me añadiría un kilómetro y pico a la ruta pero por donde no podía dejar de pasar) también encontré un amor de bar, con un sofá, para seguir poniendo en práctica el deporte de los pies en alto y allí hice mi segundo descanso importante del día. Y ya solo me quedaban siete kilómetros de ná, haciendo el avión por la Rua da Base Aérea (hasta que presencié el despegue de uno al lado de mi cabeza, ohú) hasta Monte Real, el hotel, el hotel… 
¡el hotel! Llevo todo el año deseando llegar al Hotel Palace, y ya llegué al Hotel Palace. Yo sabía que iba a ser una maravilla, pero no tanto… superó todas mis expectativas. De lujo… una habitación inmensa… el spa (Monte Real es un pueblo balneario, tiene una larga tradición, por eso hay hoteles como este) (bueno, no hay mucho más que hoteles en el pueblo, la verdad… aunque ninguno como el Palace), bueno, yo no pensaba hacer uso del spa, si a mí me bastaba el enorme cuarto de baño con vistas,
(y la habitación con vistas también ¿eh?, las mismas), y tranquilidad, y restaurante, y todo lo que necesitas para pasar un par de noches en medio de una travesía.

Agudeza visual II, ¿veis la golondrina que acabo de lanzar? (bueno, asustar, vale).

(Como veis estoy posteando cada dos días ahora para poder subir todos los destinos de esta etapa antes de salir a la próxima... cuánta actividad... voy a reventar...)

martes, 21 de agosto de 2012



            TRAVESÍA SUPERCONJUNTADA DE PORTUGAL, DECIMOQUINTA PARTE (II)
                                                   Día 1 : Nazaré- São Pedro de Moel


Llegada por fin a la cima en Sítio da Nazaré, descansada y desayunada, seguí con mi camino. Y mi camino era genial: ¡¡todo carril bici!! Ando muy bien por los carriles bici, son todavía mejores que el asfalto, es como si fuera sobre ruedas. Creo que fui una bici en una vida anterior.

Hay algunas playas bien simpáticas por esta zona:
 … un poco de bosque…
 … un poco de carretera, más playas …
 (esta se llama Vale Furado, también se puede considerar bien bonita ¿verdad?, aunque en este caso me quedé en el chiringuito y la fotografíe con el teleobjetivo, ya que mi propósito era descansar un buen rato con los pies en alto en el bar y no bajar a playas de las que luego no podría subir) (me gustaría ir a tomar el sol en todas, pero no puede ser),
un poco más de bosque… (a una persona normal le parecería imposible perderse en el bosque cuando tienes el mar al lado y solo tienes que subir siguiendo la costa… pero ¡sí! ¡es posible!)

…hasta que ya aparecen las primeras casas del lugar de destino, São Pedro de Moel, ¡motivo de alegría y bailes!
São Pedro de Moel es un pueblito costero, de estos que crecen en verano y que deben de ser un horror (o una delicia) en invierno. Tiene playas, piscinas, ambas cosas juntas,
no mucho más, algunos niños chillando, muchos pinos, que adoro (no así los niños chillando), es muy verde, las casas tienen unos balcones de madera muy particulares, casi estilo medieval, que (todavía) no he visto en otra parte de Portugal,
y suena mucho a arquitectura tradicional pero ninguna de las casas antiguas los tiene, solo las casas nuevas, todas las casas nuevas que se precian tienen los balcones antiguos estos, así que no sé si es una tradición o una moda,
y bueno, resumiendo, São Pedro de Moel está bien, tiene balcones, no me inspiró mucho, la verdad.

Pero pude descansar un poco y prepararme mentalmente para el día siguiente (esta vez sí) mi día más largo hasta la fecha, 26 kilómetros empezando con 9 de carretera por el pinar (sin una casa, solo pinos) hasta Marinha Grande, una ciudad, y luego una serie de pueblitos y cosas, no playa ya, interior… hasta Monte Real, donde llevaba todo el año soñando con el Hotel Palace, que es donde quería estar realmente, en el Hotel Palace… Bueno, pues eso es lo que voy a contar mañana. Mañana o “mañana”, claro.

sábado, 18 de agosto de 2012


TRAVESÍA SUPERCONJUNTADA DE PORTUGAL, DECIMOQUINTA PARTE (I)
                                               Días pre-1 y 1 : Nazaré


Ha sido una gran etapa de Superconjuntada, una grandísima etapa, ¡¡una etapa como la copa de un pino!!

Primero, Nazaré. Llegué a Nazaré con la perspectiva de enfrentarme a esta cuesta la mañana siguiente:
                          
.. pero no en funicular, a pie, claro: hacerlo en funicular sería hacer trampa…

Y mientras tanto, Nazaré. Nazaré tiene olores y sabores y sonidos y sensaciones. Nazaré es pura alegría. Para darte una indigestión de alegría, vamos. Luego tienes los callejones oscuros.

Es bullicioso y tradicional: cuentan que las tradiciones han muerto, pero no han muerto. Está lleno de personajes curiosos y aunque lo tradicional hoy día está en manos de gente mayor (y muy mayor), yo vi que las tradiciones siguen. La pena es que se perderán… pero no se han perdido todavía. Hay mucho que ver en Nazaré.
                           
Pues nada… voy con la cuesta. Empiezas al principio, y ves que han puesto como una serie de escalones con una pendiente muy suave… 
 … así que subes, y subes,
y subes, y sigues subiendo,
disfrutando de las vistas, cruzándote en ocasiones con gente de la ciudad que también sube, o más bien baja, la mayoría,
y subes, y subes un poco más,
descansando a ratos en unos banquitos estratégicamente colocados entre la cuesta y la vista, y así sigues, cada vez más alto, y cada vez más silencioso a esta hora de la mañana, hasta que…
 ya estás arriba del todo y

¡¡puedes desayunar!!

Increíble para cierto, ¡la cuesta no ha sido para tanto!

¿De verdad estuve 2 semanas entrenando, subiendo 10 pisos de escaleras al día, para esto?

(Bueno, no digo nada, porque a lo mejor si no hubiera entrenado no me habría sido tan fácil. Nunca lo sabré. ¡Lo que sí sé es que no pienso subir más escaleras en mi vida!)

"Mañana” os cuento el resto de Día 1, Nazaré-São Pedro de Moel…

sábado, 4 de agosto de 2012


Esto es lo que tengo que subir a pie, y así empiezo la 15ª etapa de la travesía.

¡Pensad en mi el lunes a las 8 de la mañana!

¡Allá vamos!

viernes, 3 de agosto de 2012

TRAVESÍA SUPERCONJUNTADA DE PORTUGAL, DECIMOCUARTA PARTE (y IV)
                                      Día 3 : São Martinho do Porto – Nazaré

Bueno, mientras busco y junto las cosas para mi próxima salida  - la semana que viene espero llegar a Figueira da Foz - empiezo mi crónica del tercer tramo de la decimocuarta etapa de la travesía superconjuntada con una foto muy especial,  “PORTUGUAL ÉSTÁ NA MERDA”, si no lo sabíais antes ahora ya sí. Además este punto en el camino marca un hito también especial (como acabo de calcular estos días): marca los dos tercios de mi caminata, he recorrido ya dos tercios de “Portugual”, dos tercios de mi travesía real y proyectada de Vila Real de Santo António a Caminha, la frontera con Galicia.
Y nada, entre São Martinho y Nazaré, pues muchas playas de ensueño he visto, sin poder bajar a tomar el sol en ellas, sitios increíbles, kilómetros y kilómetros de arena dorada sin un alma, sin un chiringuito.
Entonces hay alguna pega con esas playas, pasa algo ¿no? ¿Dónde está el truco? Pues el truco es… el viento… al chiringuito (y a las almas) se los llevaría volando. Por lo menos el día que yo caminaba por la zona, pero creo que es siempre, el maldito viento nunca deja de soplar y los únicos que aguantan en esas playas son pájaros, surfistas y algún ala delta perdido.
Pero hacen un paisaje espectacular y me siento afortunada de haber podido cruzar esta impresionante región, disfrutando del paisaje y viendo y respirando la maravillosa naturaleza … hasta que pasó el camión de la basura. Ahem.
 Pues sí. Portugal. Dos caras de una misma moneda…
Y al fin aparece Nazaré en el horizonte. ¿Veis ese cruce entre acantilado y montaña que hay a la izquierda de la foto? Pues allí tengo que subir a pie, dentro de –glup– tres días…
A Nazaré se llega cruzando una especie de cementerio para barcos hechos polvo, es un poco surrealista,
 pero al menos sabes que estás en Nazaré.
 Luego solo tienes que seguir la fila de congeladores averiados para…

recalar en la famosísima Praia da Nazaré con sus pescadores y sus señoras con siete faldas (as sete saias da Nazaré, les hacen parecer gordísimas) y con todas esas cosas que llevan en la cabeza… barreños de plástico, cajas de cartón... Se supone que Nazaré te tiene que decepcionar por se supone que el turismo ha venido a aplastar toda esa antigua vida, pero a mí no me decepcionó nada, ¡todo lo contrario! Me pareció divertidísimo Nazaré, lleno de tradiciones y callejones y bullicio y … viento … y para mí ha marcado el fin de una etapa de las mejores de Superconjuntada, una etapa como Dios manda, a veces ni sé qué contar pero todos los tres días he caminado con una sonrisa de oreja a oreja, y eso es lo que he venido buscando con esto, me parece.

Mañana os hablaré más de la montaña, para que recéis por mí la semana que viene.