He vuelto sana y salva de la decimosexta etapa de
Superconjuntada, interesantísima como siempre. No he escrito antes porque he
estado funcionando al 130% de mi capacidad, organizando la obra de teatro que
estamos preparando para este jueves, ya os contaré más.
Superconjuntada XVI me ha llevado a muchos sitios,
me ha llevado por ejemplo al Municipio de Vagos.
En el Municipio de Vagos hay muchas cosas (y
personas) que aunque no se caracterizan por su gran dinamismo, son de interés
por su simpatía pasiva y su gran ingenio.Hay taxis (y taxistas) vagos, por ejemplo,
que son de los que te dejan a un kilómetro de tu destino y te dicen “Bueno, ya estás cerca, ya puedes llegar andando ¿no?”
Y otra cosa que me ha gustado mucho de la gente del Municipio de Vagos es su escultura de un barco. Bueno, un barco… La gente del Municipio de Vagos lo que hacen es medio barco,
y dicen “Bueno, ya se nota que es un barco, ¿no? ¿Para qué vamos a hacer la otra mitad?”
Resumiendo, otra excusa para partirme de risa en
medio de la calle…….
Lo de los taxistas, ¿es coña, no?.
ResponderEliminarA ver que nos cuentas de tu obra de teatro.
Salud,suerte y...una sonrisa.
¡Hola! Como siempre interesantísima etapa. Vagos debe ser como el Edén.
ResponderEliminarUn beso!
Pau lee el comentario que te deje en el anterior post, please.
ResponderEliminarY está muy bien lo de los vagos.
Buenísimo lo de vagos. Si ese pueblo existiera en España me temo que no podrían vivir del agobio. Fíjate los de Lepe y eso que el nombre del pueblo no significa nada.
ResponderEliminarUn beso.
PD: Tengo un sobrino que estudia teatro en Sevilla. Es director de un grupo de teatro aficionado en Cádiz, se lo pasan genial.